martes, 19 de octubre de 2021

Acusan a una exempleada de seguridad de atracar por venganza el hotel donde trabajaba en Marbella

La Fiscalía pide para ella una condena a 19 años de prisión, misma pena que solicita para su sobrino, también investigado por el asalto y que ha sido declarado en rebeldía al no presentarse al juicio


Una mujer se enfrenta a una posible condena a 19 años de cárcel por, presuntamente, participar en un violento atraco en un hotel de Marbella como venganza contra sus excompañeros de la empresa de seguridad para la que trabajaba y de la que fue despedida.

El juicio se celebró el pasado jueves en la Audiencia Provincial de Málaga y ya ha quedado visto para sentencia. Ella fue la única acusada que se sentó en el banquillo, ya que su sobrino, investigado por los mismos hechos, no se presentó a la vista oral y ha sido declarado en rebeldía.

Los hechos, que se remontan al 28 de diciembre de 2013, ocurrieron en el hotel Incosol (cinco estrellas) situado en la zona de Los Monteros, en Marbella. Aquel día, el establecimiento estaba cerrado, aunque disponía de vigilancia presencial con dos empleados de la empresa Globalsegur España, que tenía contratado el servicio de seguridad privada.

Sobre las 19.15 horas, tres encapuchados irrumpieron en el hotel y abordaron a uno de los vigilantes cuando se encontraba en la entreplanta haciendo la ronda.

Según el escrito de acusación de la Fiscalía,  lo rociaron con spray y le propinaron un puñetazo en el rostro que le hizo caer al suelo, donde lo inmovilizaron colocándole sus propios grilletes en las manos.

Luego le ataron las piernas con cinta americana para, finalmente, sentarlo en una silla y encerrarlo en una habitación del hotel. También le sustrajeron su cartera con la documentación personal -que fue clave, a la postre, para resolver el caso-, 60 euros en efectivo y su teléfono móvil, además de la defensa extensible.

Según el escrito acusatorio, los asaltantes se dirigieron a distintas plantas del hotel e intentaron sustraer dos televisores de pantalla plana y una torre de ordenador, aunque no lo consiguieron «al verse sorprendidos por el personal de seguridad».

De hecho, cuando abandonaban el hotel a bordo de un BMW, fueron sorprendidos por otro vigilante, quien a su vez hablaba por teléfono con un compañero para que avisara a la policía. Entonces, dos de los asaltantes se bajaron del vehículo y lo golpearon «repetidamente» para, a continuación, sustraerle su teléfono móvil.

Los dos empleados de seguridad sufrieron lesiones como consecuencia de las agresiones, aunque el segundo de mayor gravedad que el primero. El trabajador ingresó en el hospital con un traumatismo craneal, con pérdida de conciencia y una importante contusión con sangrado en la zona del ojo derecho, así como hematomas en distintas partes de la cabeza. Además, perdió dos piezas dentales. Tardó 93 días en curarse, aunque actualmente sigue en tratamiento psicológico, ya que presenta un trastorno por estrés postraumático en grado moderado-severo.

Su compañero también sufrió un traumatismo craneal, aunque sin pérdida de conocimiento, un hematoma en la cabeza y erosiones en ambas muñecas de los que se curó en una semana.

La Policía Nacional abrió una compleja investigación que condujo hasta el sobrino de la exempleada de la empresa y, a través de él, hasta la propia trabajadora, a la que una de las víctimas sitúa el día de autos en las inmediaciones del hotel bajándose del coche en el que, posteriormente, huyeron los ladrones.

La Fiscalía considera que la mujer, que trabajó para la empresa entre 2009 y 2013 en el propio hotel Incosol, actuó movida por un «ánimo revanchista y de venganza» ya que fue despedida por su «conducta indisciplinada e irrespetuosa con sus compañeros» (aunque sobre este asunto la justicia le dio la razón y declaró improcedente la rescisión de la relación laboral).

Según la conclusiones del Ministerio Público, elevadas a definitivas tras el plenario, la acusada llegó a amenazar a sus compañeros con causarles un mal, «en concreto, con agredirles o partirles la cabeza, ideación que llevó a la práctica al ponerse de acuerdo con su sobrino para personarse en el hotel y agredir a los vigilantes». La mujer, presuntamente, informó a su familiar del sistema de seguridad y le facilitó las llaves del hotel, «de las que se había apropiado indebidamente».

La Fiscalía considera que los hechos constituyen delitos de detención ilegal, robo con violencia y lesiones que imputa a ambos acusados -el sobrino sigue desaparecido- y por los que pide, para cada uno, la pena de 19 años de cárcel. El Ministerio Público pasó sus conclusiones de provisionales a definitivas tras la celebración del juicio.

La defensa, en cambio, solicita la libre absolución de la mujer, que mantuvo su inocencia ante el tribunal. En su declaración, lo negó todo y achacó la acusación a la persecución y acoso de los integrantes de la empresa para la que trabajaba y a la que ganó en una demanda por despido improcedente.

lunes, 18 de octubre de 2021

Un varón arremete violentamente contra el vigilante de un supermercado tras negarse a pagar

El hombre ha sido detenido tras ser retenido por el vigilante de seguridad  

La cantidad total sustraída ascendía a 81 euros


La Policía Nacional de Salamanca ha detenido a una varón que trataba de abandonar un establecimiento comercial ubicado en Avenida Villamayor con productos sin abonar.

Los agentes se personaron en el establecimiento tras una llamada en la que se comunica que el vigilante de seguridad tenía retenido a un varón ya que, si bien había pasado por la línea de caja y abonado sólo dos productos. El vigilante de seguridad le ha requerido que pagara los alimentos ocultos entre sus prendas y éste ha salido corriendo del establecimiento dando un fuerte empujón al vigilante.

El vigilante ha salido corriendo detrás de él y ha conseguido darle alcance en la vía pública, momento en el que el delincuente ha arremetido violentamente contra él y se ha producido un forcejeo entre ambos, consiguiendo finalmente reducirlo.

Una vez en el lugar los policías, han encontrado entre sus ropas varios productos de alimentación valorados en 81 euros.

Tras ser detenido, los agentes registraron la mochila que llevaba el varón y hallaron unas tijeras, una destornillador, cuatro paquetes de encendedores y doce prendas nuevas de bebé con la alarma colocada (cazadoras, jerseys, pantalones, zapatillas).

El detenido ha sido trasladado a dependencias policiales y, una vez finalizadas todas las gestiones oportunas e instruido el Atestado, ha pasado a disposición judicial en el Juzgado de Instrucción de Guardia de Salamanca.

Agresiones a trabajadores de seguridad en Abando

La Dirección Provincial del Instituto Nacional de la Seguridad Social en Bizkaia ha emitido una resolución por la que estima que el síncope sufrido en enero de 2021 por F.J.C.R. es un accidente de trabajo. F.J.C.R. es trabajador de la empresa Prosetecnisa y desempeña sus tareas como vigilante de seguridad en la estación de tren de Abando, en Bilbao, gestionada por Adif.


El síncope que en un principio sufrió el trabajador en el puesto de trabajo ha derivado en una dolencia de tipo cardíaco que está precisando en la actualidad tratamiento de cardiología, según informa CCOO.

Pese ser un accidente de trabajo evidente, porque así lo establece la legislación vigente en materia de seguridad social para las dolencias desencadenadas en tiempo y lugar de trabajo, la mutua MC Mutual, responsable del tratamiento médico y del pago de la prestación de baja médica para las personas trabajadoras de Prosetecnisa en los casos de accidente de trabajo, ha intentado eludir su responsabilidad.

La mutua derivó a F.J.C.R. a Osakidetza aludiendo que la patología era una enfermedad común, con el muy grave perjuicio económico que esto supone para la persona afectada, no habiéndose corregido esta situación irregular en beneficio del trabajador hasta que no ha sido denunciada ante la seguridad social por parte de CCOO.

CCOO quiere recordar que el personal de seguridad privada de la estación de Abando no sólo vive las situaciones de carga mental, toma de decisiones y apremio características del sector.

En este centro de trabajo se están sucediendo las agresiones al citado personal, lo que sin duda influye en la salud psicosocial del mismo, pudiendo generarse por todo esto patologías cardiacas. El propio F.J.C.R. sufrió en abril de 2020 una agresión por parte de un usuario de la estación, que le rompió las gafas. Esta agresión, como se ve, ocurrió en la fase más álgida de la pandemia, en una situación de confinamiento, lo que refleja el carácter de servicio esencial del personal de seguridad privada, lo que a su vez contribuía en aquellos momentos al incremento de los factores de riesgo psicosocial.

Estas agresiones han motivado ya diversas movilizaciones del personal de seguridad privada de la estación de Abando, habiéndose producido la última de ellas el pasado 7 de octubre. La plantilla exige a Adif y Renfe que deje de suprimir servicios de seguridad, en la estación los primeros y en los trenes los segundos, puesto que desde el comienzo de la pandemia el servicio se ha recortado un 30%, con el peligro que esto supone para los vigilantes de seguridad y las propias personas usuarias de estaciones y trenes.

CCOO exige también a MC Mutual que no se aproveche de que algunos accidentes laborales no tienen una causa física, como golpe o caída, para ocultar el origen profesional de los mismos. Esta elusión de sus responsabilidades, con la que pretenden perjudicar económicamente a las personas trabajadoras, pone en cuestión incluso su papel como entidad colaboradora de la seguridad social.

domingo, 17 de octubre de 2021

Un vigilante de seguridad agrede a una mujer en la Feria de Zaragoza

Los hechos han ocurrido delante del marido y los hijos pequeños de la víctima


Un vigilante de seguridad que estaba trabajando en la Feria General dio ayer tres puñetazos en la cara a una mujer que, acompañada de sus dos hijos pequeños, trataba de salir un momento al aparcamiento donde tenía estacionado su vehículo para dejar unas compras y volver al recinto donde le esperaba su marido.

Según Jorge, el esposo de esta mujer, el guardia estaba en la puerta del pabellón 3, en el que estaban las fuerzas de seguridad y militares de la UME haciendo exhibiciones, y le pidió la acreditación. La mujer de 42 años le dijo que no la llevaba pero que su coche, aparcado de manera autorizada, estaba a la vista. Entonces, según la denuncia presentada en el cuartel de la Guardia Civil de Casetas, la reacción del vigilante, que mide cerca de 2 metros de altura y pesa más de cien kilos, fue empujarla con gran violencia y meterla a golpes dentro del pabellón. «Ha empezado a darme puñetazos en la cara y en la cabeza y luego patadas, y todo delante de mis hijos, de 6 y 9 años, que estaban horrorizados», explicó la mujer. 

Rápidamente acudieron ayer varios espectadores y un policía nacional que estaba fuera de servicio que redujo al vigilante. La Guardia Civil se trasladó hasta el lugar e identificó al agresor y a la víctima, pero no llegó a detenerle ya que considera que las lesiones causadas son «leves».

Desde la Feria de Zaragoza inmediatamente se pusieron en contacto con la familia para interesarse por el estado de la mujer y ponerse a disposición suya. Es la primera vez en los 80 años de historia de este certamen que ocurre algo de estas características. Alrededor de 70.000 visitantes han participado en las actividades de la edición de este año.

viernes, 15 de octubre de 2021

Un vigilante de Renfe reanima a una mujer con un desfibrilador en Barcelona

Un vigilante de seguridad de Renfe de la estación de Sant Andreu Arenal (Barcelona) le ha salvado la vida a una trabajadora de la cafetería del recinto gracias a un desfibrilador de la estación y a la colaboración de la Guardia Urbana.


Los hechos ocurrieron el martes 28 de septiembre a las 8.30 horas, cuando la trabajadora se desmayó a causa de un paro cardiaco. El vigilante de la estación la atendió y, después de llamar a los servicios de emergencia, le practicaron la maniobra de reanimación cardiopulmonar. Con la ayuda del desfibrilador consiguieron que la víctima recuperara el pulso para poder ser trasladada, inmediatamente, al centro hospitalario.

El técnico de protección civil de Renfe, Simón Ramos, ha explicado que en Catalunya hay 15 estaciones de Rodalies que cuentan con desfibriladores que, en caso de emergencias, pueden ser cruciales para salvar la vida de las personas.

El juez ya investiga la agresión machista de un vigilante de Prosegur desvelada por 'Público' que la empresa no considera acoso

La compañía mantiene al agresor en su puesto mientras y la mutua se niega a reconocer como accidente laboral los hechos que mantienen de baja a la víctima



El juzgado de Instrucción Número 1 de Ourense ha admitido a trámite e investiga la denuncia de una vigilante de seguridad de la compañía Prosegur que acusa a un compañero de haberla agredido, vejado, insultado y tratado de atropellarla con su vehículo.

Así lo ha podido saber Público de fuentes de la representación de la víctima, que han anunciado que han presentado también sendas denuncias ante la Inspección de Trabajo y ante el Instituto Nacional de la Seguridad Social. Afirman que la mutua que le corresponde a la trabajadora, que sigue de baja tras el suceso, se niega a reconocer que su situación se debe a un accidente de trabajo.

Como ya informó Público, los hechos ocurrieron en la noche del pasado 20 de agosto en el campus de Ourense de la Universidad de Vigo, donde ambos trabajadores prestan servicios de vigilancia y seguridad en varios edificios universitarios.

Según la denuncia de la mujer, a la hora del cambio de turno entabló una discusión con el vigilante al que debía dar el relevo, durante la que éste le respondió con insultos y gestos machistas. Cuando ella le pidió explicaciones por su actitud, el hombre la empujó y le arrebató el móvil con el que intentaba grabar la agresión, y, tras introducirse en su vehículo, le atrapó los brazos con la ventanilla del copiloto cuando intentó recuperar el teléfono.

Posteriormente, mientras la mantenía trabada con la ventanilla, la arrastró por el suelo con el vehículo, conduciéndolo hacia adelante y marcha atrás, para después apearse y grabarla con su propio móvil, insultándola y haciendo gestos obscenos frente a la cámara mientras ella se orinaba a causa del miedo.

La vigilante, que asegura en su denuncia que no fue auxiliada por ninguno de sus compañeros ni por sus superiores, con los que contactó posteriormente, logró finalmente llamar a la policía, que se personó en el lugar de los hechos, levantó atestado y, ante el estado de la mujer, llamó a una ambulancia que la trasladó a urgencias.

Allí le diagnosticaron una crisis de ansiedad derivada de un "episodio de violencia en el ámbito laboral", así como diversas lesiones y magulladoras "presuntamente producidas por violencia de género física y psíquica", tal y como figura en el parte médico.

Tras salir de urgencias, la mujer acudió a otro centro privado donde le diagnosticaron también ansiedad, "miedo y nerviosismo" y "magulladuras y escoriaciones en antebrazos, muñecas, dorsos de las manos y dedos y contusiones en muslos y rodillas" provocadas por "supuesta violencia en área laboral".

La agresión ocurrió un viernes por la noche y el lunes el sindicato de la trabajadora, al Confederación Intersindical Galega (CIG), reclamó a la empresa la activación de su protocolo de acoso, que castiga cualquier comportamiento "realizado en función del sexo de una persona con el propósito o el efecto de atentar contra su dignidad y de crear un entorno intimidatorio, degradante u ofensivo".

Al día siguiente, la dirección de Prosegur en Madrid se negó activar el protocolo sin siquiera escuchar a la víctima, alegando que la agresión fue un "incidente aislado" que no era "constitutivo de ningún tipo de acoso". Sin embargo, sí anunció una investigación a cargo de un consultor externo de cuyo resultado, advirtieron, podrían derivarse sanciones graves, incluido el despido.

Lo cierto es que la representación de la víctima asegura que el agresor sigue a fecha de hoy desempeñando con normalidad su trabajo en el mismo puesto que antes, mientras la víctima continúa de baja.

Público se ha dirigido a Prosegur para confirmar ese extremo y para interesarse por el resultado de la investigación del consultor externo, pero más de siete semanas después de la agresión, la empresa sigue sin ofrecer una respuesta. Fuentes de la compañía han asegurado que la dirección no va hacer más declaraciones sobre el tema.

El secretario comarcal de la CIG en Ourense, Anxo Pérez Carballo, ha lamentado la falta de respuesta de la dirección de la empresa y ha anunciado que el sindicato ha presentado denuncias en la Inspección de Trabajo y la Seguridad Social, ante la negativa de Umivale, la mutua que trabaja con Prosegur, a reconocer, pese a la denuncia, el atestado policial y los informes médicos de urgencias, que la baja de la vigilante se debe a un accidente laboral.

jueves, 14 de octubre de 2021

Identificada una vigilante de seguridad que robó dinero de la taquilla de una empleada en Logroño

La autora del hurto fue descubierta al visionar la cámaras existentes en el establecimiento


La Policía Nacional ha imputado un un delito leve de hurto a una mujer de 51 años, vigilante de seguridad del establecimiento donde trabaja la victima, que aprovechó su condición para introducirse en la oficina y acceder al bolso de la empleada.

La investigación se originó a raíz de la denuncia interpuesta por la víctima, trabajadora de un establecimiento comercial de Logroño, en la que informaba que como todos los días había acudido a trabajar y había depositado el bolso que portaba en una de las taquillas de la habitación donde se cambiaba de ropa para posteriormente dirigirse a su puesto de trabajo. La víctima manifestaba que acudió de nuevo a la oficina para coger dinero de su bolso para tomar un café, momento en el que se percató que le había sido sustraído un billete que portaba de su cartera.

Agentes adscritos a la Unidad de Delincuencia Especializada y Violenta de la Brigada Provincial de Policía Judicial se desplazaron al lugar y, tras el visionado de la cámaras existentes en el establecimiento, se pudo comprobar como la persona que sustrajo el billete era la vigilante que trabaja para una empresa de seguridad en el establecimiento comercial.

La autora es una mujer de 51 años de edad, de nacionalidad rumana, con domicilio en Logroño a la que no le constan antecedentes policiales.

miércoles, 13 de octubre de 2021

Intenta apuñalar a un vigilante y amenaza con "hacer saltar por los aires" el centro de salud de El Palo, en Málaga

Entró hasta en tres ocasiones al centro de salud de El Palo, en Málaga, reclamando recetas de ansiolíticos, pero los sanitarios le informaron de que el médico no llegaría hasta por la tarde. Acabó, supuestamente, amenazando de muerte "a todo el personal" con "hacer saltar por los aires el edificio", hasta que exhibió una navaja al vigilante de seguridad, que según su versión consiguió repeler la agresión. El paciente fue detenido, según han confirmado a este periódico fuentes policiales.


Los hechos ocurrieron el pasado jueves día 7. Según el testimonio del trabajador, que ha presentado una denuncia ante la Policía Nacional junto a un parte de lesiones de carácter leve, un hombre acudió por la mañana al centro sanitario "solicitando unas pastillas de forma alterada y agitada". Lo hacía "vociferando". El personal le indicó los pasos a seguir, pero, en palabras del vigilante de seguridad, "comenzó a amenazar" a los allí presentes con "hacer saltar por los aires" el centro de salud "con todas las personas dentro".

"El primero que vas a caer vas a ser tú"

El individuo se marchó, pero regresó por la tarde, según el profesional, "con una actitud más violenta y amenazante". En esa ocasión, se dirigió hacia él poniendo la mano "en forma de pistola y haciendo como que le disparaba", al tiempo que espetaba: "Me da igual entrar en la cárcel. El primero que vas a caer vas a ser tú y luego la policía", reza la denuncia que interpuso el vigilante, que grabó lo ocurrido con su teléfono móvil, cuyas imágenes ha aportado al juzgado. 

Fue entonces cuando, continúa el relato, el paciente introdujo su mano en el bolsillo y sacó una navaja, a la vez que amenazaba de muerte al trabajador, quien, asegura, se tuvo que abalanzar sobre él y lo retuvo hasta que llegó una patrulla de la Policía Local, a la que un celador había dado aviso. La víctima avisó al responsable de su empresa de lo sucedido y advirtió a través de un escrito que se había puesto "en riesgo"  su vida y la de "los demás usuarios". 

“Intenté hacerle entrar en razón. Cuando me dijo que iba a matarme, le di un golpe en la mano. La navaja, que era bastante grande, cayó al suelo. Lo tuve retenido hasta que la Policía le puso las esposas”, explica a este periódico el afectado, que tiene 30 años y afirma llevar uno trabajando en la empresa Grupo Eulen. Durante ese tiempo, nadie le había intentado agredir. “Tenía intención de apuñalarme”, asevera, al tiempo que reconoce la "agresividad" de algunos por las "demoras de hasta una semana en atender a los pacientes".

Fuentes policiales confirmaron el arresto del hombre, que fue trasladado a dependencias policiales y, al día siguiente, pasó a disposición judicial.

martes, 12 de octubre de 2021

Una empresa de seguridad pagará por las lesiones de una vigilante agredida por otra compañera

El tribunal rechaza eximir a la compañía pese a que la atacante estaba en periodo de prueba


Las empresas son responsables de los daños que causan sus empleados mientras trabajan, salvo que estas demuestren que no hubo descuido en su selección, formación o supervisión. Se trata de una regla civil que convierte a las compañías en garantes de las actuaciones de sus trabajadores, del mismo modo que los padres lo son respecto del comportamiento de sus hijos. La salvaguarda alcanza, incluso, a las peleas que se produzcan entre compañeros. Así lo ha dictado recientemente la Audiencia Provincial (AP) de León, en una sentencia en la que confirma la condena a una empresa de seguridad por las lesiones causadas por una de sus vigilantes a otra colega porque esta, supuestamente, llegó tarde. La cantidad a la que la compañía deberá hacer frente junto con la agresora asciende a 3.452,69 euros, más intereses.

El fallo (cuyo texto puede consultar aquírechaza exculpar a la empresa pese a que comprobó que la atacante contaba con la capacitación requerida, estaba en periodo de prueba y fue despedida fulminantemente tras el altercado. Los magistrados entienden, por el contrario, que el juzgado que dio la razón a la agredida extendió “correctamente” la responsabilidad a la compañía para la que prestaba sus servicios la agresora. Debió controlar el comportamiento de la trabajadora, concluyen.

El tribunal leonés aplica el artículo 1903 del Código Civil, que establece la responsabilidad directa de la empresa, es decir, “al mismo nivel que el empleado responsable principal del hecho”. De este modo, la trabajadora lesionada podrá exigirle el pago de la indemnización fijada 3.452,69 euros sin necesidad de perseguir en los tribunales civiles a su agresora.

El motivo es que el precepto citado impone a las compañías un deber de vigilancia sobre sus empleados, ya sea a la hora de seleccionarlos o durante el desempeño de sus funciones una vez contratados. Si no prueban que actuaron con la diligencia debida, deberán responder por los daños que estos causen.

Pese a que los juzgados penales también le dieron la razón castigando por un delito leve de lesiones a su compañera, la vía civil suele ser más rápida para resarcirse económicamente por los daños sufridos. Además, esta jurisdicción permite, como se ha explicado, y siempre que se den los requisitos legales, demandar directamente a la empleadora.

Agresión sorpresiva

Según se desprende del relato de la sentencia, el incidente se produjo en el lugar de trabajo, en el momento de cambio de turno. La demanda increpó a su compañera de recambio porque, a su entender, llegaba tarde. De forma sorpresiva, se señala, “comenzó a agredir a la demandante, tirándola del pelo, haciéndola caer al suelo y propinándola patadas y empujones, causándole lesiones por las que esta reclama una indemnización por un valor total de 3.452,69 euros”. Cantidad que avaló el juez de primera instancia al imponer su pago tanto a la atacante como a la empleadora.

La empresa de seguridad intentó esquivar la condena alegando que la agresión respondía a un “arrebato de ira de la trabajadora, totalmente imprevisible, y por ello inevitable”. Se defendió asegurando que había actuado con “total diligencia”, al exigirle “la capacitación requerida por la Dirección General de la Policía”. La empresa adjuntó, de hecho, la cartilla profesional en regla, formación y autorización de la Dirección General de Policía para el ejercicio de las funciones de vigilante de seguridad, vigilante de explosivos y escolta privada desde el año 2002.

Controlar la conducta

Los magistrados suscriben, en cambio, el criterio del juzgado que condenó a la compañía. “Que la trabajadora contara con la cualificación profesional para desempeñar el trabajo para el que había sido contratada, y con los requisitos administrativos que se requieren, no es óbice para eliminar sin más la responsabilidad de la empresa empleadora”, afirman.

Como argumentan en su resolución, le compete “valorar las condiciones subjetivas de la persona, marcar las pautas de su trabajo, y, entre ellas, la relativa al comportamiento con otros empleados de la misma empresa o de otras con los que se ha de coordinar”.

Conforme a los hechos acaecidos, el tribunal considera que la empleadora no vigiló adecuadamente el cumplimiento de estas pautas de comportamiento.

Es cierto, reconocen los magistrados, que la agresora llevaba solo 15 días trabajando como vigilante, y que estaba en periodo de prueba. Pero también que provocó el altercado con motivo de una disputa por el trabajo.

A pesar de que la empresa le despidiera inmediatamente, concluyen los magistrados, la compañía si debe responder por los daños causados a la víctima por su trabajadora. Como argumentan, se cumplen los requisitos legales, ya que “existe una relación jerárquica o de dependencia entre la causante del daño y la compañía” y “se ha acreditado la existencia de culpa en la trabajadora, así como de culpa extracontractual por parte de la empresa”.

lunes, 11 de octubre de 2021

Atacan a un vigilante y un coche de los Mossos en Mataró

Los Mossos d'Esquadra recibieron una agresión este sábado en Mataró tras atender un requerimiento por una agresión a un vigilante de seguridad.


Ocurrió en el bar el Xarrupet de la localidad barcelonesa, según publica en Twitter Inma Viudes, portavoz del sindicato policial SAP-FEPOL. El coche patrulla que acudió al servicio recibió el lanzamiento de varias botellas. "Por suerte sin personas heridas, pero con la luna delantera del vehículo rota", ha escrito en la red social.

DETENIDO EN PREMIÀ

La madrugada de este sábado una turba de hombres agredió a un mosso en el barrio del Gòtic que junto a una compañera atendía a un herido que tenía la cabeza abierta por un botellazo. El policía activó el código 33 después de que le intentaran quitar la pistola reglamentaria. De momento no hay detenidos.

Este sábado, el conductor de un vehículo estampó su coche contra otros dos de la policía catalana en el estacionamiento exterior de la comisaría de los Mossos en Premià de Mar. El hombre fue detenido por un delito de daños.

domingo, 10 de octubre de 2021

Condenado por causar lesiones a un vigilante de seguridad

Los hechos ocurrieron en el centro comercial en 2017, el acusado no compareció



La magistrada titular del Juzgado de lo Penal número 1 de Ceuta ha condenado al llamado J.F.B. por un delito leve de lesiones a la pena de un mes de multa a razón de 10 euros diarios. En concepto de responsabilidad civil deberá indemnizar al vigilante al que atacó con 300 euros. Queda absuelto, en cambio, del delito de robo con violencia del que también era acusado.

Los hechos a los que hace referencia esta sentencia, a cuyo contenido íntegro ha tenido acceso, se produjeron en diciembre de 2017 en el centro comercial Parque Ceuta, cuando el acusado, natural de Camerún, fue advertido por el vigilante de seguridad para que le acompañara a la sala de control al objeto de verificar si había ocultado algún producto entre sus prendas.

Lejos de acatar la orden, el acusado agredió al vigilante con la idea de escapar, pero el apoyo de otros compañeros evitó esa fuga. En esta actuación sufrió lesiones en uno de los dedos de la mano.

Las declaraciones ofrecidas en el acto de juicio oral que tuvo lugar la semana pasada eran coincidentes a la hora de concretar la agresividad que mostró el acusado, complementándose además entre sí. Las lesiones resultaron corroboradas por los partes médicos e informes forenses. No obstante nada se ha podido indicar sobre si se había llegado a producir un robo, ni hay pruebas que lo verifiquen, de ahí que no haya condena por ese delito.

También se le acusó de robo con violencia, del que queda absuelto a falta de pruebas

El acusado no se presentó al acto de juicio oral, recogiéndose la declaración ofrecida cuando se le detuvo en la que reconoció el altercado aunque negó la agresión.

Concluye la magistrada que se produjo un delito leve de lesiones al haberse ocasionado de forma intencionada un menoscabo en la integridad física del vigilante de seguridad, el único que ha reclamado por las lesiones sufridas.

El hecho de que el acusado no acudiera a la vista oral, a pesar de haber sido citado en tiempo y forma, ha impedido conocer su versión de los hechos, valorándose la coherencia de las testificales ofrecidas por los vigilantes para dictar una sentencia condenatoria respecto del delito que sí se ha dado como probado.

jueves, 7 de octubre de 2021

Cristiano Ronaldo deja KO a una vigilante de seguridad en el Young Boys-Manchester United

El portugués igualó a Casillas como el futbolista con más partidos en la Liga de Campeones


El Young Boys-Manchester United fue un encuentro especial para Cristiano Ronaldo, que igualó a Iker Casillas como futbolista con más partidos en la historia de la Liga de Campeones, con 177. El portugués marcó el primer gol de su equipo, que terminó perdiendo por 2-1.

En los prolegómenos del encuentro, durante el calentamiento, Cristiano Ronaldo protagonizó un momento de tensión, al dejar KO con un pelotazo a una vigilante de seguridad, encargada de supervisar todo lo que ocurre en la grada.

Cristiano Ronaldo estaba calentando con sus compañeros cuando golpeó un balón, que salió desviado y terminó impactando en la mujer, que no se esperaba el golpe y cayó al suelo aturdida y con visibles muestras de dolor. El portugués acudió rápidamente a interesarse por el estado de la mujer, que después de ser atendida por los servicios médicos pareció recuperarse.



Condenado a indemnizar a un vigilante de Sonorama

El culpable deberá pagar una multa de 1.440 euros y 10.960 al afectado. Sale absuelto del delito de atentado


Todo ocurrió la noche del 12 de agosto. Fue en la edición de 2018 del festival Sonorama Ribera. En un momento dado, uno de los asistentes golpeó contra una valla a un vigilante de seguridad, quien por el impacto sufrió una contusión en la rodilla derecha además de la rotura de la plastia del ligamento cruzado anterior. El afectado tardó en curarse 200 días. Y quien propinó el empujón ha sido condenado por la Audiencia Provincial de Burgos por un delito de lesiones. 

Tal como establece la sentencia, deberá pagar una multa de 1.440 euros, a razón de seis euros de cuota diaria durante un total de ocho meses, además de una indemnización de 10.960 a la víctima, en concepto de responsabilidad civil. 

El culpable, al que la Audiencia Provincial absuelve de un delito de atentado, deberá, además, asumir el abono de la mitad de las costas del procedimiento. Cabe destacar que el procesado recurrió la sentencia dictada por el Juzgado de lo Penal número 3 de Burgos que le condenaba como autor penalmente responsable de un delito de lesiones, según el artículo 147 del Código Penal y que ahora la Audiencia Provincial lo ha ratificado. 

Al parecer, el vigilante pidió la documentación a este individuo por "una supuesta agresión a una mujer". Poco después habría propinado un empujón al encargado de seguridad, que se habría torcido la rodilla tras perder el equilibrio, supuestamente por la acción del acusado, como recoge la sentencia. 

El vigilante fue asistido en Aranda por la contusión en la rodilla. Se le colocó un vendaje y después, en octubre, se le diagnosticó una rotura de plastia del ligamento que requería intervención quirúrgica. De los 200 días que tardó en recuperarse, 5 fueron de perjuicio grave, 138 de perjuicio moderado y los 57 restantes, de perjuicio básico.

Tanto el juez de instancia como la Audiencia analizan con suficiencia el informe pericial efectuado por los médicos forenses, de quienes consideran que está garantizada su imparcialidad y objetividad en el documento que firman. "Las conclusiones contenidas en la sentencia recurrida tras valorarse la prueba médica subjetiva se podrán compartir o no, pero en modo alguno pueden ser calificadas de ilógicas y/o arbitrarias, y más cuando no se propuso prueba contradictoria", subraya el texto que desestima el recurso de apelación.

martes, 5 de octubre de 2021

Santander se alía con Movistar Prosegur Alarmas para ayudar a sus clientes a proteger su hogar o negocio

Santander ofrecerá la posibilidad de disfrutar del sistema de seguridad de Movistar Prosegur Alarmas, en todos sus canales físicos y digitales.


Santander España Movistar Prosegur Alarmas han alcanzado un acuerdo de colaboración por el que el banco ofrecerá a sus clientes de residencial y negocios la posibilidad de contratar un sistema de alarma inteligente a través de su red de oficinas físicas y de sus plataformas digitales. El acuerdo entre el banco y la sociedad conjunta entre Telefónica Prosegur comienza en fase piloto en 70 oficinas de Madrid, para estar completamente operativo a comienzos de noviembre.

A partir de noviembre, el producto podrá contratarse en cualquier oficina de la red Santander, así como en sus canales digitales en la modalidad end to end (todo el proceso se desarrolla on line sin la intervención de otros proveedores).

La alarma inteligente de Movistar Prosegur Alarmas ofrece protección ante las intrusiones, los intentos de inhibición y los sabotajes. Los clientes del banco podrán optar por una configuración Residencial, para cubrir las necesidades del hogar con la alarma avanzada o una solución para negocios, pensado para empresas y comercios, con la última tecnología en el ámbito de la seguridad.

Movistar Prosegur Alarmas presenta una propuesta de protección 360º que contempla la seguridad física del hogar, a través de las alarmas y el servicio Acuda (vigilante de seguridad motorizado); la seguridad personal, con el servicio ContiGo y la seguridad digital, protegiendo la red Wifi y los dispositivos conectados del cliente. Asimismo, la alarma cuenta con una elevada innovación tecnológica, que permite al sistema trabajar también la prevención a través del reconocimiento inteligente.

Esta alianza une la potencia comercial de Santander, con más de 1.940 oficinas y más de 14 millones de clientes en España, con el liderazgo en el ámbito de la seguridad e innovación de Movistar Prosegur Alarmas.

Con este acuerdo, Santander da un nuevo paso en su estrategia para acompañar al cliente en todo lo relacionado con su vivienda. El banco, además de una completa oferta hipotecaria pensada para responder a las exigencias de todos los perfiles de clientes, ha tejido alianzas con otras compañías para que sus clientes tengan acceso a otro tipo de servicios relacionados con la vivienda, desde el momento inicial de la búsqueda hasta su renovación o venta.

El pasado mayo, Santander lanzó una plataforma para la valoración de inmuebles. Ese servicio, prestado con la colaboración con Housfy y la herramienta de valoración DataVenues, que utiliza información actualizada del portal Fotocasa, permite conocer el valor de un inmueble simplemente con introducir su dirección. Los clientes del banco también pueden disponer de los servicios de asesoramiento y gestión de los procesos de compraventa de su vivienda de Housfy.

Para Ángel Rivera, director general de Banca Comercial de Santander España, “el objetivo es acompañar a nuestros clientes y ofrecerles los servicios y productos que necesiten en cada etapa y aspecto de su vida. El acuerdo con Movistar Prosegur Alarmas nos permite facilitarles acceso a los más eficaces sistemas de seguridad doméstica, de la mano de un proveedor de primer nivel”.

Por su parte, Enrique García, CEO de MPA, asegura que“esta alianza permitirá disfrutar a los clientes del Banco Santander de toda nuestra tecnología e innovación en la seguridad de hogares y negocios”.

Potencial de crecimiento

El sector de la seguridad en viviendas y pequeños locales tiene un elevado potencial de crecimiento en España, ya que su cuota de penetración está muy por debajo de la de otros países europeos. La ratio de penetración de alarmas en viviendas y pequeños locales está en España en el 8%, frente a un rango de entre el 15% y el 20% de otros países europeos y de EEUU. Sin embargo, el ritmo de crecimiento de los últimos años, alrededor de un 10% anual, demuestra que este mercado tiene un gran potencial de expansión.


Marta Domínguez: vigilante de seguridad en Palencia

Marta trabaja ahora la vida de vigilante en la estación de RENFE de Palencia. Una atleta que lo tuvo todo y a la que el dopaje le ha salido muy caro. Quizás sea la principal enseñanza que nos deja su nombre


Uno ya lleva tiempo en esto y ayer me pasaron el número de Marta Domínguez. La llamé y no cogió el teléfono. Pero al rato ella misma me devolvió la llamada. 

– Hola, Marta, quería hablar contigo -le expliqué después de presentarme.

– No me interesa lo que vayas a preguntarme. No quiero que la gente sepa nada de mí. Estoy fuera de la vida social -rebatió y colgó el teléfono en defensa propia

Llamé a Marta porque me he enterado que, efectivamente, más dura es la caída.

El 3 de noviembre Marta cumplirá 46 años y ya nada es como fue ni cómo pudo haber sido.

Marta trabaja en la pequeña estación de tren de Palencia de vigilante de seguridad. Se la reconoce perfectamente.

Todos los trabajos son igual de dignos, pero (qué quieren que les diga) hoy uno escribe desde la pena.

El tiempo ha pasado y Marta sigue estando muy delgada como cuando se cayó en el último obstáculo en los JJOO de Pekín a los 32 años y veíamos que la medalla olímpica se iba para no volver (qué lastima) y nos desahogamos presumiendo de sus manos manchadas de sangre o del orgullo de los vencedores morales.

Marta ahora lleva el pelo más corto que cuando competía con aquella cinta rosa y entre todos la convertimos en la princesa de España y la queríamos tanto que no nos importaba llorar por ella, blindar su fotografía en la calle 1 y escribir de los héroes humildes porque Marta parecía el reflejo de todos ellos.

Marta lo tuvo todo en mil sitios y en mil veranos.

Marta, en realidad, fue Dios: una atleta capaz de terminar a 2’55” el último mil en los 3.000 obstáculos lo que la preparaba para todo.

Y entonces volveríamos a Edmonton, a París, a Múnich, a Berlín…, sin miedo a recordar emociones que parecían tan sinceras.

Y volveríamos a esa mujer que era una parte tan valiosa de nuestra pasión por el atletismo hasta que su cinta rosa se nos cayó de las manos: la policía, los juzgados, descubrir que vivíamos engañados, cómo dolió eso.

Los años por suerte nos permitieron olvidar.

Hoy, Marta es un personaje del pasado alejado de nosotros como se alejan las vocaciones suicidas a medida que cumplimos años.

Hoy es uno más del día después que nunca hubiésemos imaginado para Marta Domínguez, habitante en el exilio, divorciada de su marido y de la gloria, madre de un niño de 10 años porque el tiempo pasa (y pasa muy rápido).

Marta hoy ya no tiene nada que ver con la mujer que parecía tenerlo todo en el deporte y hasta en la política y que hoy debería vivir de su nombre: todo iba encaminado a eso.

– No me extraña porque del aire no se vive – me han contestado ex compañeros suyos del atletismo al preguntarles si sabían de la nueva profesión de Marta Domínguez.

– De algo hay que vivir – coincidieron.

Y, para mí, ese es el mérito de Marta que opositó a la policía local y nacional y que no lo sacó y que hoy está ahí metida, dentro de ese uniforme de vigilante, porque posiblemente no queda otra: ella, que lo fue todo y que lo ha pagado, vaya si lo ha pagado.

Por suerte martes y jueves va a Venta de Baños a enseñar atletismo a lo chavales y quién sabe si todo lo que les enseña es producto del arrepentimiento.

Yo preferiría volver a aquella vez en la que ella misma me dijo que “preparar el cuerpo es como hacer una casa” y me contó que el día en el que vio a Fermín Cacho proclamarse campeón olímpico entonces pensó que ella, Marta Domínguez, también podría serlo. Tenía 17 años entonces.

Sinceramente, recordarla hoy es como volverse loco, marcharse al exilio, sacrificar lo que parecía perfecto, volver a preguntarse por qué, exponerse a que a uno le llamen y le digan con el máximo respeto a sus compañeros y compañeras de profesión:

– ¿Sabes que Marta está de vigilante de seguridad en la estación de tren de Palencia?

– Es un trabajo.

Pero al momento recuerdas que Marta lo tuvo todo, que fue un personaje en Palencia y en el resto de España, que todos sabíamos quién era Marta Domínguez.

Recuerdo aquella entrevista que le hizo Pedro J. Ramírez y que aquella noche se convirtió en ‘prime time’.

Y la calle que le hicieron en Palencia. Y el pabellón a su nombre. Y la estatua: la misma estatua que hoy está apartada a un lado en el campo de La Juventud.

Hoy, Marta ya no quiere hablar, pero uno se siente en el deber de contárselo a ustedes.

Contarlo hoy quizás sólo sea explicar que las trampas son muy peligrosas. A veces no pasa nada y nadie descubre nada pero otras pueden romper vidas como se la rompió a Marta Domínguez.

– No quiero que nadie sepa nada de mí – rebatía hoy.

Nada que ver con aquella mujer que Pepillo Alonso, su representante, siempre te la ponía al teléfono.

Y ella te recibía con una sonrisa gigantesca que hoy está metida en ese amargo álbum de los recuerdos. 

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