La agresión de grafiteros a un vigilante de Renfe pone en el foco los recortes de ADIF en seguridad privada

ADIF tomó la decisión el pasado junio de recortar la plantilla de seguridad privada un 20% para adecuarse a la menor demanda de tráfico en sus distintos servicios. Ahora, algunos trabajadores denuncian que se han quedado indefensos ante los asaltantes.

Los recortes en un 20% de la plantilla de seguridad privada que ADIF acometió el pasado mes de junio, y de los que en exclusiva, están afectando a la gestión por parte de los vigilantes de algunas zonas y especialmente con uno de los principales problemas con los que lidian Renfe y ADIF: las pandillas de grafiteros que asaltan las estaciones de tren, especialmente en la Comunidad de Madrid, para realizar actos vandálicos.

Según denuncian fuentes de Comisiones Obreras a este periódico, «este pasado fin de semana un grupo de aproximadamente unas veinte personas realizó un asalto de la estación de Pinar de Las Rozas, en la Comunidad de Madrid». «En este asalto producido el fin de semana, un grupo de encapuchados accedió a la estación por un acceso abierto. El vigilante, dada la inferioridad numérica, se oculta en un vagón y empieza a grabarlos y cuando parece que se están retirando y queda uno haciendo una fotografía o un vídeo, baja del tren, intenta retenerlo y es sorprendido por un grupo de tres o cuatro grafiteros que le agredieron y mandaron al hospital. Ahora mismo está con una baja médica. Pero lamentablemente no es un caso aislado, ya que hace muy poco también ha habido otro ataque en la estación de Laguna en Madrid», refieren las fuentes sindicales.

«Pensamos que es una negligencia por parte de ADIF, que no repone los vigilantes causando sería falta de personal en algunas estaciones. La media de bajas por intervenciones violentas en el sector de seguridad privada es de 12 días al año, mientras que en ADIF es de 31 según los datos de la mutua. Los trabajadores de Renfe están en 41 días de baja al año por intervenciones con usuarios, entradas de grafiteros y otros motivos. Con los grafiteros hay un problema grave especialmente en la zona norte de Madrid», concluyen desde CCOO.

Este periódico se ha puesto en contacto con fuentes oficiales de ADIF, que han manifestado que «siempre velamos por la seguridad de los trabajadores que desempeñan su labor en nuestras instalaciones». Con respecto a la reducción de plantilla, ADIF defiende que ha tenido que realizar «una adaptación de sus servicios de vigilancia y seguridad. El objetivo de esta actuación es reconfigurar la forma en que se ejecuta esta prestación, adaptándola a la demanda actual y garantizando en todo momento la seguridad de las infraestructuras críticas, la vigilancia de todas las estaciones de alta velocidad y la presencia de vigilantes en las estaciones de red convencional».

«Tenemos un problema»

Por su parte, desde Renfe, que son los responsables de los servicios de seguridad aunque la competencia con ADIF es compartida ya que los profesionales vigilan las instalaciones de esta última, se señala que «se han creado puestos de vigilancia en aquellos sitios (como en Pinar de las Rozas) que anteriormente no existían pernoctaciones de trenes. Cada vez que se tiene conocimiento de una intrusión, se envían refuerzos de seguridad de Renfe y policiales. La intrusión de grafiteros, pueden producirse en cualquier punto de la red de Cercanías y es imposible cubrir todos ellos».

Los grafiteros son un problema, y Renfe asegura que mantiene «una intensa comunicación con las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado y se les informa periódicamente de aquellos puntos de más incidencia de los grafiteros para sus operativas oportunas. Por otro lado, los costes anuales para Renfe por grafitis ascienden hasta los 25 millones de euros anuales, incluyen los gastos de limpieza de grafitis en trenes más los gastos de aumento de vigilancia y seguridad en estaciones para evitar estos actos vandálicos».

Estas aclaraciones, sin embargo, no convencen a los representantes de los trabajadores que aseguran que en los últimos meses la situación se está degradando. Renfe y ADIF trabajan con varias empresas de seguridad privada, concretamente en la Comunidad de Madrid con tres: Garda, Prosetecnisa y Segurisa. Las dos empresas públicas ferroviarias se enfrentan a un entorno en el que la demanda de viajes en tren ha caído dramáticamente, como ha ocurrido con otros medios de transporte colectivos como el autobús o los aviones.

Sin embargo, Renfe sí que tiene en mente proyectos de inversión como por ejemplo la alta velocidad de bajo coste Avlo. Fuentes cercanas a la compañía han confirmado, que la empresa estaría estudiando la posibilidad de retomar el proyecto y estrenar el Avlo durante el primer trimestre de 2021, para hacer frente a la entrada de la competencia en nuestro país.

Tres internos de Es Pinaret logran fugarse tras protagonizar un motín y agredir a los vigilantes

Nuevo escándalo relacionado con el centro de internamiento de Es Pinaret. A última hora del pasado sábado, un grupo de jóvenes protagonizaron un motín, agredieron a los vigilantes de seguridad y tres de ellos, se dieron a la fuga.




Según información oficial facilitada por el instituto armado, a las 21.45 horas, la central de emergencias del 112 solicitó la presencia de la Guardia Civil en el centro porque un grupo de internos estaba agrediendo a los vigilantes y coaccionando a los cuidadores.

Rápidamente, agentes de la Benemérita acudieron al lugar y se hicieron cargo de la situación desactivando cualquier movimiento violento en el recinto. También auxiliaron a los responsables del equipo de seguridad agredido y les tomaron declaración.

En su relato de hechos, los vigilantes sostienen que tres de ellos provistos de cascos y escudos acudieron dirección a la cocina, ya que en ese lugar hay unas escaleras para subir al tejado. Mientras tanto, otros dos vigilantes (uno de servicio y otro de saliente) salieron por la puerta principal recordando que por esa zona ya se habían protagonizado otras fugas recientemente.

En ese instante, se percataron de la presencia de tres internos de, 15, 17 y 18 años agarrándose al mástil de la cámara DOMO. Tras intentar solicitar refuerzos a sus compañeros de forma infructuosa por lo deficiente del material de comunicación del que disponen (así reza en la denuncia interpuesta ante la Guardia Civil), los vigilantes se encontraron frente a los chicos. «Por mis muertos que os mataremos. Si intentáis impedirnos la huida iremos a por tu hija», gritaban los internos en actitud violenta. Tras unos segundos de mucha tensión, los internos saltaron la pared alcanzando un terreno exterior colindante con el recinto carcelario.

Una vez allí, dos de los fugados cogieron piedras en alto y gritaban a uno de los vigilantes: «Te vamos a meter una paliza y te vamos a matar». Acto seguido, el profesional se cubrió la cabeza mientras que uno de los chicos le propinó un fuerte puñetazo en la nuca, dejándolo aturdido y desorientado durante unos segundos. Acto seguido, se inició una persecución. La Guardia Civil logró apresar a un cuarto interno que también participó en el motín e intento de fuga. El vigilante acabó en el PAC.

Gran dispositivo de búsqueda de los menores fugados

Guardia Civil y del Cuerpo Nacional de Policía han puesto en marcha un amplio dispositivo de búsqueda de los menores fugados. Los tres son muy peligrosos, agresivos y violentos. Por otra parte, la consellera d’Afers Socials, Fina Santiago, acudió ayer al centro para interesarse por lo ocurrido. La inseguridad de Es Pinaret, es máxima.

Los vigilantes de seguridad denuncian «el descontrol» de las playas de Gijón

Avispa acusa al ayuntamiento de «dilapidar» 300.000 euros y a los serenos de operar «sin responsabilidad»



La Asociación Profesional de Vigilantes de Seguridad Privada de Asturias (Avispa) ha alertado del «descontrol» que a su juicio se está viviendo en los principales arenales de Gijón, con unos serenos que «desempeñan sus funciones sin coordinación ni responsabilidad, bajo el arbitrio personal».

La asociación ha criticado que el consistorio gijonés haya «dilapidado» 300.000 euros en la contratación de este personal para controlar el aforo en los arenales del municipio. Estos profesionales, han asegurado desde Avispa, incumplen «reiteradamente» sus actividades laborales «en un claro perjuicio tanto para la imagen de la ciudad como en la prevención y aplicación de las medidas y normas sanitarias de obligado cumplimiento, incluidos ellos mismos».

«Los asistentes al arenal acceden y salen según les venga en gana incumpliendo los recorridos establecidos, pues nadie les informa al respecto», han denunciado. Esa «desidia» en el desempeño de sus funciones, agregan los vigilantes privados, es fruto de la «descoordinación» y de «la improvisación y el experimento de un Equipo de Gobierno, el cual desoyó en su momento el proyecto para que dichas funciones fuesen ejercidas por Vigilantes de Seguridad Habilitados».

Nuevo juicio por una agresión a una vigilante de la estación

La acusada fue condenada a pagar dos multas de 90 euros. Pero la Audiencia Provincial ha anulado el fallo y ordena una nueva vista



Una joven que había sido condenada por amenazar y agredir a una vigilante de seguridad de la estación de Segur de Calafell ha visto ahora como la Audiencia Provincial anulaba el juicio y ordenaba repetirlo. Inicialmente, el juez le había impuesto el pago de dos multas de 90 euros cada una por un delito leve de lesiones y otro de amenazas.

La sentencia inicial del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 1 de El Vendrell indicaba que sobre las 20.15 horas del 1 de junio de 2018 dos vigilantes de seguridad se encontraban de servicio en la zona de los tornos de la estación de Segur de Calafell.

Llamaron la atención a dos chicas que se estaban colando. Una era menor de edad y la otra, mayor –ahora procesada–. Estas no habrían atendido las indicaciones de los vigilantes y fueron retenidas a la espera de la llegada de una patrulla de los Mossos d’Esquadra.

Durante esa espera, la acusada habría acometido contra la vigilante, provocándole contusiones en ambos brazos, tracción de cabello, contusión en la hemicara izquierda y en la muñeca izquierda. Las lesiones tardaron siete días en curarse.

Los dos vigilantes habrían sido increpados con expresiones como «cuando os vea por la calle iré a por vosotros y os mataremos, os rajaremos y tiraremos a la vía», jaleando a la gente que se encontraba en el exterior de la estación.

La acusada, en su recurso de apelación, indicaba que no había sido citada de forma correcta y, por lo tanto, no había podido asistir a juicio, ni conocido los hechos por los que había sido denunciada, ni tampoco ha podido ejercer su autodefensa. La Sección Cuarta de la Audiencia de Tarragona le ha dado la razón.

Detenido tras amenazar a un vigilante de la Estación Intermodal, donde tenía prohibido acercarse

La Policía Nacional ha detenido a un joven de 22 años que se enfrentó y amenazó de muerte a un vigilante de la Estación Intermodal de Palma a la que, además, tenía prohibido acercarse por haber provocado incidentes anteriormente.

Según ha informado este martes la Jefatura Superior de Baleares en un comunicado, los hechos ocurrieron este lunes alrededor de las 19.45 horas, cuando el 091 recibió aviso de los vigilantes de la estación que requerían presencia policial al tener retenido a un hombre que estaba muy agresivo.

Los agentes se entrevistaron con el vigilante de seguridad, quien indicó que momentos antes el joven, conocido por varios incidentes anteriores, golpeó los tornos de seguridad que dan acceso a los andenes de tren.

Tras recriminarle su actitud, el ahora arrestado se enfrentó al vigilante, acometiendo contra él, por lo que se le redujo y se avisó a la Policía. Además, el vigilante recibió amenazas de muerte en varias ocasiones por parte del detenido.

REQUISITORIA JUDICIAL

Los policías comprobaron que además le constaba una requisitoria judicial emitida por un juzgado por quebrantamiento de condena, por lo que los agentes procedieron a la detención del presunto autor por un delito de quebrantamiento de medida cautelar, amenazas y daños, así como por la requisitoria judicial.

Al detenido le constaba una orden de alejamiento de 200 metros de la estación por incidentes similares y había sido detenido hasta en diez ocasiones.